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Pasan los años…

Pasan los añosPasan los años y todos, hombres y mujeres, antes o después, vamos sufriendo cambios que parecen irreversibles, especialmente en la zona de la cara y el cuello: arrugas, patas de gallo, surcos en la frente, flaccidez en los párpados, bolsas en los ojos, caída de pómulos, etc.

A veces incluso se encuentran signos de envejecimiento en personas jóvenes, que pueden deberse a la exposición al sol, el estrés laboral, o la gesticulación, entre otros factores.
Recuperar la frescura de la cara parece misión imposible. No hablamos de cambiar nuestro aspecto o querer parecer una de esas personas diseñadas en serie, sino de corregir esos detalles que nos dejarían más conformes con nuestra imagen sin perder nuestras expresiones naturales.

Afortunadamente, la medicina estética ha ido innovando y ha encontrando intervenciones que nos ayudan a corregir algunas pequeñas imperfecciones sin que resulte en cambio bruscos y agresivos.
Como dicen los expertos: el objetivo es solo devolverle textura al rostro, así que si se trata de un buen trabajo de cirugía no deberían quedar cambios notables más allá del rejuvenecimiento del rostro; con ello no hablamos de volver el tiempo atrás, sino de enmendar aquellas marcas de tristeza o cansancio que produce la pérdida de tensión de los tejidos blandos de la cara.

Por ejemplo, el Lifting Endoscópico es una técnica especial para realzar ciertas partes de la cara, específicamente para la cara superior, la frente y las cejas.
Uno de los temores recurrentes en aquellas personas que piensan en la posibilidad de hacerse un lifting es el de que queden cicatrices o marcas, que en las cirugías tradicionales quedan a menudo en los pliegues de la piel o detrás de las orejas. Si bien son raramente perceptibles las técnicas se han ido mejorando para crear métodos más “limpios”.

Con esta técnica quirúrgica de estiramiento de la piel: lifting endoscópico, las marcas de las incisiones que se hacen son mucho más pequeñas que las de un lifting quirúrgico tradicional. El cirujano introduce una pequeña videocámara (endoscopio) bajo la piel del paciente que le permite realizar el trabajo de tensado muscular sin la necesidad de una cirugía “a cielo abierto”, en la que el cirujano ve lo que está operando sin utilizar otros instrumentos. Las incisiones son de 5 a 10 mm y y están escondidas dentro del pelo. A través de ellas el cirujano puede tensar los músculos, retirar el excedente de grasa y recolocar la piel en su lugar.

Supongamos que queremos levantar un poquito las cejas, ya que las cejas caídas acumulan mayor cantidad de piel y producen el efecto de cansancio y envejecimiento. Es algo que aparece muy temprano, normalmente entre los 30 y 40 años. El acortamiento de la distancia entre la ceja y el borde del párpado superior produce una mirada cansada y triste, mientras aumentarla (se hace normalmente con la depilación de la ceja) abre y da vida a los ojos. En estos casos no se puede quitar piel porque se acortaría la distancia y produciría el efecto no deseado, con lo cual la única opción que queda es la de levantar las cejas.
Hoy en día la operación es menos compleja, dura una hora y media, se realiza con anestesia local y es ambulatoria, ya que solo se realizan cinco incisiones dentro del pelo y con la ayuda del endoscopio se reposicionan, permitiendo que la cara recupere su elasticidad a nivel superior.
A los pocos días se puede volver a la rutina y la inflamación es poco evidente. A los 10 días usualmente ya no habrá signos de la cirugía.

Este tipo de cirugías se recomienda para los cambios leves, cuando no se necesitan sacar grandes cantidades de piel o cuando se requiere más estiramiento. Por eso es útil para las operaciones de cejas caídas, corregir la zona de los ojos, las bolsas y las arrugas del entrecejo.

Entonces, si está pensando en hacerse una “refrescadita”, recuerde que el lifting endoscópico es lo más avanzado en cuanto a técnicas de rejuvenecimiento facial. Las ventajas respecto al lifting tradicional son muchas: se puede hacer con anestesia local, no deja cicatrices visibles, no hay pérdida hemática, la inflamación es mejor, se reducen los riesgos y el post operatorio es mucho más rápido.