Existen diversos procedimientos no quirúrgicos, destinados a mejorar el aspecto facial.
Los 2 más utilizados son:
1) la toxina botulínica, medicamento que reduce la fuerza muscular, y es aplicado en los músculos faciales para reducir las arrugas y modificar la posición de las cejas.
2) Los rellenos inyectables, que permiten disimular y reducir las arrugas y surcos que se producen con el paso del tiempo.
Estos tratamientos permiten postergar algunas cirugías y también permiten prolongar en el tiempo la duración de otras.