La enucleación ocular es una operación mediante la cual se remueve el globo ocular.
Está indicada esencialmente en los casos de tumores tanto de los niños como de los adultos, donde es necesario extirpar la totalidad del globo ocular para maximizar las posibilidades de curación de la enfermedad.
Para rehabilitar al paciente, y que este pueda tener la mejor simetría con el lado contralateral, usualmente se coloca un implante que es una esfera a cuya superficie se conectan a los músculos extraoculares de tal manera de permitir los movimientos de esa esfera que reemplaza al globo ocular, cuando el otro ojo se mueve.
Una vez realizada la cirugía y producida la cicatrización de la misma, es posible adaptar por delante de la superficie anterior, una prótesis. Esa prótesis está destinada a reemplazar o disfrazar ese ojo, de tal manera que la persona que presenta una prótesis no sea aparente para los demás, que se trata de un ojo que no es el propio.
Esa prótesis presenta movimiento, usualmente es menor que el movimiento del ojo normal, pero muy aceptable, y cuando la cirugía y su rehabilitación se producen de manera adecuada, es difícil distinguir un ojo normal a un ojo con una prótesis.
Cuando estamos tratando pacientes que no presentan un cuadro de cáncer, es posible realizar lo que se llama una evisceración ocular. La evisceración ocular la utilizamos en casos de traumatismos severos del globo ocular o en casos de ojos ciegos que duelen, llamado ojo ciego doloroso, o en caso de ojos que han perdido su tamaño a causa de un traumatismo.
En esos casos mantenemos la parte blanca del ojo, que se denomina esclera, las inserciones de los músculos y en el interior del globo ocular, se coloca un implante para reemplazar el volumen.
Este tipo de operaciones genera una disminución del dolor o ausencia del dolor en los casos de los pacientes que presentan dolor luego de un traumatismo, y logra el mismo grado de cosmesis o de apariencia que mencionábamos anteriormente.
Las cirugías de evisceración y enucleación pueden ser realizadas bajo anestesia local y un sedante, o anestesia general en caso de así requerirlo.
El tiempo de recuperación es variable, pero habitualmente los pacientes permanecen 1 semana con el ojo emparchado, y la prótesis puede realizarse recién al cabo de 1 mes y medio.