La enucleación es la extirpación del globo ocular con preservación de los contenidos orbitarios: músculos, párpados, glándula lagrimal. La evisceración consiste en la remoción de los contenidos oculares, preservando las capas externas del ojo, para colocar en su interior un implante que reemplace el volumen ocular.
Los motivos que llevan a la enucleación y a la evisceración van desde los traumatismos severos donde es imposible reconstruir el globo ocular, que constituye una causa cada vez menos frecuente, hasta los ojos que han perdido su visión y producen dolor, los globos oculares sin visión y severamente desfigurados, y los tumores que crecen dentro del ojo y no son tratables.
En la enucleación se retira el globo ocular pero se preservan los músculos que mueven el ojo y el resto de los contenidos orbitarios. Durante la evisceración se retiran solamente los contenidos oculares, preservando la esclera o parte blanca del ojo, la conjuntiva, los músculos que movilizan el ojo y todos los demás contenidos de la órbita. Para reponer el volumen extraído, se coloca un implante orbitario. Éste habitualmente es una esfera que se introduce en el cono muscular en la enucleación, o en la esclera en los casos de evisceración. De esta manera, el implante adquiere el movimiento que le imprimen los músculos. Una vez terminada la operación, se cierra la conjuntiva por encima de este implante y se coloca una lente de acrílico transparente denominada «conformador». Esta lente permite controlar la cicatrización hasta que se complete.
¿Cómo son el postoperatorio y la confección de la prótesis?
Una vez que la operación ha cicatrizado, proceso que habitualmente toma 1 mes, se procede a realizar la prótesis. Ésta es una lente de acrílico, confeccionada a medida por un protesista especializado, quien busca la máxima simetría con el otro ojo. Esta prótesis tiene usualmente una movilidad muy aceptable, aunque difícilmente igual a la del ojo sano.
¿Cómo son las prótesis hoy disponibles?
Existen implantes que tienen orificios muy pequeños o poros, a través de los cuales pueden crecer arterias y venas, hasta ser incorporados completamente al organismo. Puede colocarse un dispositivo imantable en la cara anterior del implante. Esto permite que se coloque un pequeño imán en la cara posterior de la prótesis. Este imán es atraído por el dispositivo, y de esta manera imprime un movimiento adicional a la prótesis. De todas maneras, ambos implantes transmiten una muy aceptable movilidad de la prótesis, que pasa desapercibida para la mayoría de la gente.