La dacriocistorrinostomia endoscópica tradicionalmente se realiza a través de una pequeña incisión en la zona lateral de la nariz. A pesar de que está demostrado que la gran mayoría de las personas tienen una cicatrización favorable, la DCR endoscópica está ganando popularidad, debido a su mejor recuperación postoperatoria y a la ausencia de incisión.
Este procedimiento se realiza mediante el uso de un endoscopio, instrumento diseñado para ver con claridad el interior de la nariz. Luego de una adecuada preparación, se coloca una delgada fibra óptica a través del canalículo superior, de tal forma de iluminar el interior del saco lagrimal. Esto permite ver la exacta ubicación de esta estructura.
La actual técnica permite confeccionar un flap o colgajo de mucosa nasal, luego se extrae el hueso que rodea al saco y se realiza una incisión del mismo que permite adosar el flap nasal al flap lagrimal, de tal forma que se produzca el nuevo pasaje de lagrimas. El uso de un filamento de silastic permite mantener abierto el pasaje durante la cicatrización. Esta operación requiere un reposo de 24 a 48 hs y usualmente no presenta hematomas o signos externos.